La mágica celebración
La noche de Halloween es considerada la festividad principal de los celtas. Históricamente era el momento en que los celtas recogían las bayas del muérdago depositado en los troncos, las ramas de las encinas de los robles.
El objetivo era proveerse de todos los elementos naturales para protegerse del frío que comenzaba al principio mes de Noviembre. Se sacrificaban animales con el fin de aprovisionarse para el invierno europeo.
En la víspera del último día de Octubre se celebraba Halloween y se encendían hogueras y acudían a esta fiesta todos los miembros del poblado.
En Halloween era una de las pocas ocasiones en que los celtas tenían autorización para comer carne de cerdo y beber vino en abundancia.
“La creencia generalizada en Halloween, era que los muertos entraban en comunicación con los vivos, en una fiesta cósmica, y este hecho ha generado multitud de leyendas al respecto.””