Dragón
1904, 1916, 1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000.
Generoso y lleno de vitalidad, para el Dragón la vida es constante movimiento. Egoísta, excéntrico, dogmático y muy exigente, sin embargo, no le falta nunca su grupo de admiradores que también disfrutan de sus múltiples virtudes. Desde muy pronto en su vida tiene su rumbo marcado y exige de los demás una perfección tan elevada como la que él mismo se impone.
Celoso de sus convicciones, las defiende con impetuosidad y una gran ansiedad. Posee el potencial para realizar cosas importantes. Sin embargo, a menos que contenga sus entusiasmos puede terminar quemándose y convertido en humo. Se fanatiza con facilidad y nunca pasa desapercibido por su gran entrega al ideal.
Un Dragón enfadado y rechazado puede ser peligroso y temerario. Pero pese a su temperamento puede mostrarse familiar y cariñoso. Las diferencias con su familia serán olvidadas si necesitaran su ayuda. Pero una vez superada la crisis dirá lo que piensa sin tapujos. Le es casi imposible demostrar cariño si está enfadado y se empeña en ser maleducado pero no aceptará eso de ti, así que intenta otro camino para solucionar las cosas…si no estás dispuesto a morir en el intento.
A pesar de ser muy emocional no es sentimental ni romántico, aunque su gran corazón te perdonará rápidamente y no se involucrará en venganzas estériles. Es decidido pero no astuto ni insidioso, aunque sí muy orgulloso a la hora de pedir ayuda. Empeñado en avanzar, olvida protegerse y como es demasiado recto y estricto, se niega a mentir y es incapaz de interpretar las insinuaciones sutiles. Para el nativo de este signo es esencial tener un propósito especial en la vida.
La mujer Dragón creerá en la igualdad de derechos para las mujeres. Será totalmente emancipada y jamás se quedará esperando su destino. No es necia y aunque tenga aires de reina no espera que la traten como tal, pero hará todo lo posible para alcanzar el respeto de los que la rodean.
Aunque los defectos del Dragón son tantos como sus virtudes, su esplendor no tiene fronteras. No es un ser mezquino y no escatima a la hora de hacer favores, aunque quizás gruña bastante. Puede ser feliz llevando una vida solitaria porque su trabajo y su carrera serán siempre lo más importante, además será imposible verle sin amigos o admiradores con los que compartirá generosamente porque no es avaro, aunque jamás derrocha.
Es positivo y nunca tirará la toalla durante mucho tiempo. Aunque es su peor enemigo porque detrás de su fuerza emprendedora puede lanzarse sin medir las consecuencias, físicas, emocionales o sociales. Pese a todo es una persona abierta y le será muy difícil guardarte un secreto. Pero también puedes estar seguro que si te declara su amor es absolutamente sincero. Nunca dudes de depositar tu confianza en él, es raro que rehuya la responsabilidad asumida y se esforzará para lograr con éxito tu cruzada como si fuera propia.
Entre Mono y Dragón se sentirá la fuerza de una “atracción fatal”, ya que a ambos les fascinan las cualidades externas e internas del otro. Dragón-Rata puede ser también una combinación irresistible, ya que la astucia de la Rata reemplazará la ingenuidad del Dragón mientras que la fuerza de éste reemplazará la debilidad de la Rata. La Serpiente puede ayudar a calmar los errores provocados por el impulsivo Dragón y aportarle la serenidad suficiente para que éste aproveche su gran inteligencia cuando sepa detenerse a pensar.
El Tigre, el Gallo, el Caballo, la Cabra, el Conejo y el Cerdo buscarán al Dragón para refugiarse y compartir sus cosas con él.
Dos Dragones pueden entenderse bien si se unen como un equipo invencible, sabiendo que no deben competir entre ellos para no hundirse mutuamente y neutralizar sus fuerzas.