LAS 6 DIETAS MÁS FAMOSAS DEL MUNDO
Las curas de adelgazamiento actúan de distintas formas, pero todas
tienen una cosa en común: suponen la ingesta de menos calorías de las
que el cuerpo necesita, de modo que para funcionar éste recurre a las
reservas de grasa y se produce una pérdida de peso.
Sin el consejo médico una dieta no debe hacerse más de una semana y
siempre partiendo de un perfecto estado de salud.
1. Dieta de la Sopa de Tomate
Esta dieta, es la que siguen los enfermos del corazón del Secret
Memorial Hospital de EEUU antes de una operación.
Se trata de un plan de una semana que limpia impurezas y quema grasas
muy rápido.
Que se puede comer y que no
La base de esta dieta es una sopa que se debe de comer todos los días
y en la cantidad que se desee, porque apenas tiene calorías.
Para hacerla, hervir 6 cebollas, 2 pimientos verdes, un ramillete de
apio y una cabeza de repollo. Añadir 2 latas grandes de tomate,
salpimentar y pasar por la batidora.
Además se puede consumir frutas, verduras, arroz integral, un poco de
carne de vacuno, leche desnatada, zumos, té sin azúcar y café. Todo lo
demás está terminantemente prohibido.
MENÚ:
• Durante el primer día se puede tomar toda la sopa y la fruta que se desee.
• El segundo día se sustituye la fruta por verdura. El tercero: sopa,
verdura y fruta.
• El cuarto: plátanos y leche desnatada
• El quinto: sopa, carne de vaca y tomate y así hasta 7 días.
Sus defensores aseguran que así se pierden de 4 a 7 kilos.
Opinión de los especialistas: Es una dieta monótona que rompe los
hábitos alimentarios y lleva a comer muy poco porque la sopa llega a
hartar y se deja de comer. Al no ser una dieta variada, se cae en
deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales.
Como los alimentos que componen la sopa poseen un escaso valor
calórico, su aporte energético es bajo. Además no proporciona
suficientes aminoácidos y ácidos grasos esenciales, calcio, hierro y
vitaminas A,D,E y K.
Al abandonar esta dieta, la persona no ha aprendido a comer y vuelve a
las costumbres que le han hecho engordar.
2. Dieta de la Clínica Mayo
Antes que nada, hay que aclarar que no tiene nada que ver con el
prestigioso centro hospitalario de Rochester. Se trata de un régimen
de 2 semanas de duración y muy bajo en calorías ( de 600 a 900 diarias
) que se compone en un 50% de proteínas.
Que Se Puede Comer y Que No:
Los huevos son el alimento principal de esta dieta; se pueden comer
entre 4 y 6 diarios.
Otros alimentos que componen el menú son pescados, aves, carnes,
verduras, frutas, frutos secos y productos integrales. Todos ellos
cocinados sin grasas. El té y el café son las únicas bebidas
autorizadas, y quedan excluidos los productos lácteos.
MENÚ: para desayunar café o té, pan integral con margarina light,
queso fresco, y dos huevos pasados por agua; en la comida pollo con
arroz integral o trucha a la plancha con patatas, y para cenar 2
huevos a la plancha y ensalada de cangrejo.
La pérdida de peso en la primera semana oscila entre 2.5 y 4 kilos,
mientras que en la segunda, en la que ya han disminuido las reservas
de glucógeno ( azúcar ) y agua, por cada gramo de azúcar que el cuerpo
retira de sus depósitos hay 4 de agua, sólo se pierde entre medio kilo
y uno.
Opinión de los especialistas: Al aportar tan pocas calorías- 1200
diarias, es el mínimo que exige un índice metabólico razonable-, el
riesgo para la salud es grande, ya que la grasa se quema muy rápido y
pueden producirse cuadros de acidosis y cetosis. La exclusión de
lácteos supone deficiencias de calcio y, en consecuencia, osteoporosis
e hipertensión.
Según otros especialistas, el contenido proteico de esta dieta es
superior al doble de lo recomendado, lo que puede suponer, además de
una sobrecarga renal, una ingesta insuficiente de otros nutrientes
esenciales.
Si se tiene en cuenta que la yema de huevo contiene alrededor de 250
mg de colesterol, el elevado consumo de huevos, puede ser prejudicial.
3. Dieta De Montignac
Fue desarrollada por un médico francés. Se la incluye dentro de las
dietas disociadas porque su máxima es no consumir juntos alimentos que
contengan grasas y carbohidratos. Según su creador, en este régimen no
hay que tener en cuenta las calorías consumidas y se puede seguir
durante un tiempo ilimitado.
Se deben restringir al máximo los alimentos ricos en hidratos de
carbono- excepto los que aporten mucha fibra- en consecuencia están
prohibidos el pan, la pasta, el arroz, las patatas, legumbres, dulces
y azúcar. En cuanto a los lácteos, sólo se puede tomar leche
desnatada. La fruta tomada al final de las comidas es considerada
“veneno” porque da lugar a fermentaciones en las que pierden sus
vitaminas y alteran el metabolismo de las proteínas. Admite cierta
permisividad con las bebidas alcohólicas.
Menú:
Para desayunar, café descafeinado o té ligero, fruta, un yogur
desnatado y pan integral con mermelada sin azúcar; para comer, una
ensalada aliñada con aceite de oliva y vinagre, y un filete con
hortalizas de guarnición o un pescado a la plancha con verduras; y de
cena, crema de champiñones o de tomate o un plato de pasta integral
con una salsa sin grasas.
Montignac asegura que si se sigue su dieta fielmente, se debe perder
un kilo por semana. Además gracias a él se adquieren ciertos hábitos
que ayudan a mantener el peso toda la vida.
Opinión de Los Especialistas
La posible pérdida de peso no se debe al consumo separado de los
alimentos, sino a las limitaciones calóricos que establece. Indicar
que la fruta al final de la comida es peligrosa es una afirmación sin
fundamento científico y un gran error nutritivo y sanitario. Las
limitaciones de productos lácteos, pueden provocar deficiencias de
calcio.
Otros doctores afirman que no tener en cuenta las calorías puede dar
lugar a casos de sobrealimentación o subalimentación. Prohíbe el
azúcar cuando una dieta equilibrada ha de contener entre el 10 y el
15% de su energía en forma de azúcares simples. Esta dieta es pobre en
hidratos de carbono y se compone de alimentos con un mayor contenido
graso y proteico, lo que hace que el organismo queme grasas y se
produzca una cetosis que disminuye la sensación de apetito. La ingesta
excesiva de colesterol y grasas saturadas puede tenere efectos
negativos sobre el aparato cardiovascular. En cuanto a la prohibición
de tomar fruta después de comer, hay que tener en cuenta que la fruta
aporta fibra y acelera el tránsito intestinal, por lo que se la
considera un factor anticáncer.
4. Dieta scarsdale
Inventada por el cardiólogo Hermann Tarnower, de Scarsdale, en el
Estado de Nueva York, es un régimen de proteínas típico en el que se
permite una pequeña cantidad de grasas. Sin embargo es pobre en
hidratos de carbono, lo que no la hace adecuada para personas que
hacen mucho ejercicio físico. Aporta de 800 a 1200 calorías diarias y
está pensada para seguirse 2 semanas.
Para el aporte dominante de proteínas se debe comer carne, pescado,
aves, queso, verduras, fruta y frutos secos. Quedan excluidos de la
dieta alimentos ricos en carbohidratos, como pan, pasta, patatas,
arroz, dulces y azúcar.
También se prohíbe la leche, el aceite y las bebidas alcohólicas.
Entre horas se puede tomar zanahoria y apio en la cantidad que se
desee.
Menú:
De desayuno café o té sin azúcar y dos piezas de fruta; para comer
filete de pavo con ensalada o filete de ternera con guisantes y una
pieza de fruta, y para cenar huevos revueltos y queso fresco.
Se pueden perder de 3 a 5 kilos en 2 semanas, pero hay que tener en
cuenta que con esta dieta, como sucede con todas las dietas
hipoproteicas, lo primero que se moviliza es el glucógeno (hidratos de
carbono) de las reservas, lo que produce una mayor eliminación de
agua, ya que los hidratos de carbono de reserva están unidos al agua
de las células del cuerpo.
Opinión de Los Especialistas
Moderar el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono es
negativo tanto desde el punto de vista nutricional como en el control
de peso. Recomendar el consumo de zanahoria y apio entre horas no es
malo, pero hay que tener en cuenta que estos alimentos también aportan
calorías. Además es una dieta que sólo tolera frutas y verduras de muy
bajo aporte calórico y alimentos fundamentalmente proteicos, lo que
supone un déficit en calcio y vitaminas liposolubles.
5. Antidieta
Fue creada por un matrimonio de médicos de EEUU y está pensada para
seguirse durante 4 semanas y sin limitación de calorías.
Se basa en el principio de que lo importante no es sólo lo que se
come, sino también en que momento y en que combinaciones, por lo que
pertenece al tipo de dietas disociativas, en las que los hidratos de
carbono y las proteínas no se consumen juntas y la grasa se utiliza
con sobriedad. Además considera que el cuerpo acumula toxinas a partir
de los alimentos que no se digieren bien y que éstas son las
responsables de la obesidad.
La dieta debe estar constituida en un 70 % por alimentos ricos en
agua, como frutas y verduras, y el 30% restante debe estar cubierto
por alimentos concentrados, como pan, carne, lácteos, pasta integral y
legumbres. Tampoco se pueden olvidar las siguientes normas:
• Sólo ingerir frutas 3 horas después de la comida o 3 horas después de la cena.
• No beber agua durante las comidas, pues esta impide que la digestión
se realice correctamente.
• Evitar el vinagre, azúcar, aditivos y conservantes y moderar el
consumo de lácteos.
• Para cocinar sólo puede utilizarse aceite vegetal
• Y para beber sólo puede utilizarse zumos de frutas o infusiones.
Menú:
En el desayuno, fruta fresca o zumo recién exprimido; en la comida,
verduras en abundancia o ensalada, y para cenar pollo asado con setas
a la plancha, pasta integral con verduras o filete de pescado.
Sus defensores afirman que se pueden perder de 5 a 10 kilos
aproximadamente durante el mes que dura el régimen, pero, dado que no
se tiene en cuenta el aporte calórico, es probable que la reducción de
peso sea bastante más lenta.
Opinión de Los Especialistas
Al igual que el método de Montignac, la antidieta está basada en las
premisas falsas que propugnan las dietas disociadas; es decir, es
falso que el aparato digestivo humano sólo está capacitado para
digerir un tipo de alimento cada vez y que tomar agua con las comidas
perjudique el proceso digestivo.
Tampoco tiene ningún sentido limitar el consumo de fruta, porque ésta
es rica en vitaminas y minerales y aporta muy pocas calorías.
Otros especialistas opinan que el afirmar que los hidratos de carbono
y las proteínas no pueden ser digeridos y asimilados juntos en la
misma comida es insostenible desde el punto de vista científico, ya
que los fermentos digestivos son específicos para cada nutriente y
unos no interfieren la actuación de otros. Así mismo se trata de una
separación que no es real, porque frutas, verduras, legumbres y
hortalizas contienen, además de hidratos de carbono y proteínas,
cantidades variables de grasa.
El único alimento puro en carbohidratos es el azúcar, y el que sólo
contiene grasas es el aceite.
6. Dieta Del Platano
Esta dieta de C.Lefort, se basa principalmente en el consumo de
plátanos a los que atribuye propiedades casi mágicas; por tanto es un
régimen rico en glúcidos, algo escaso en proteínas, pero no demasiado,
y un poco pobre en lípidos esenciales.
Está pensada para seguirse durante 15 días y no tiene en cuenta el
aporte energético.
Se deben ingerir al menos 5 plátanos al día, acompañados de leche
desnatada, verduras, queso, ensaladas, pan integral, huevos y carnes
de aves.
Menú:
en el desayuno, un vaso de leche desnatada, una tostada con queso
fresco y uno o dos plátanos; para comer, una pechuga de pollo con
ensalada y 1 o 2 plátanos; y como cena, un huevo pasado por agua, un
plato de verduras y 1 o 2 plátanos.
Con esta dieta es posible perder de 2 a 3 kilos semanales, sobre todo
durante la 1ª semana. No hay que olvidar que se trata de un plan de
adelgazamiento monótono y, por tanto, no es aconsejable seguirlo
durante más de 2 semanas, pues se corre el riesgo de empezar a
saltarse las normas y de aumentar la ingesta de calorías.
Opinión de Los Especialistas
Los especialistas dicen que al basar la dieta en el consumo de
plátanos, no cabe duda de que se puede perder peso, ya que la ingesta
de calorías suele ser bastante menor que una dieta que incluye
variedad de alimentos, pero a largo plazo, no es ni mucho menos la
mejor forma para perder peso. Como en otras dietas de este tipo, si se
prolongan, el riesgo de caer en deficiencias nutricionales es muy
grande.
Se trata de una dieta hipocalórica que contiene carbohidratos y
proteínas, pero está exenta de grasas. Y las grasas son
imprescindibles para el organismo: una dieta debe contener un 30 por
100 de su valor calórico en forma de grasas, por que éstas son entre
otras cosas, el vehículo para ingerir vitaminas liposolubles A, D y E.
Esta dieta se basa en que 5 plátanos contienen de 250 a 300 calorías
aproximadamente y un gran poder saciante.