Limpieza del Aura

Limpieza del Aura





Limpieza del Aura





El proceso de limpieza y purificación del aura nos traerá el fortaleci­miento de nuestra vida. El aura limpia nos devuelve la vitalidad física y mental.
La limpieza del aura puede aliviar nuestras molestias, facilitarnos la respiración, aliviar la fatiga y reducir la tensión. Otro de sus aspectos, es la ayuda espiritual que nos brinda y que nos aleja de todo pensamiento negativo.  Pero la limpieza del aura tiene efectos temporales, hay que ir repitiendo

Limpieza del Aura

Métodos para limpiar el aura


Método 1 limpieza del Aura a uno mismo


Toma un baño de agua caliente, al que le pondrás un puñado de sal marina, luego le echas el zumo de un limón y también tiras al agua la cascara y la pulpa.  Enciende una vela blanca y pon  incienso de limón y música relajante de fondo


Método 2 limpieza del Aura a uno mismo

Materiales:
1. una bobina de hilo negro
2. un encendedor
3.un cuenco no inflamable
planeta:sol o Saturno fase lunar y día: indiferente
Instrucciones: Enrolla el hilo en una de las manos y córtalo dejando unos 50 cm fuera de la bobina;con ese trozo, enrolla la otra. Cuando hayas finalizado,separa las manos hasta que el hilo quede tenso. Luego la persona enferma se sentara en una silla; te pondrás detrás de ella y pásale tus manos por encima de su cabeza tres veces.
Después repite el proceso en su lado derecho y luego por el frente.Imaginar la negatividad que vas eliminando y que este encierra. Al terminar quemar el hilo, arrojarlo al agua, o enterrarlo lejos de tu casa

Método 3, limpieza del aura a otra persona


Necesitaremos  una pared lisa, sin dibujos., el paciente al que se le va a hacer la limpieza debe estar de pie y sin moverse, si es mayor o tiene dificultades se puede sentar, aunque es preferible que permanezca de pie, ya que la limpieza sólo dura algunos minutos.  El paciente cerrará los ojos y pensará en lo divino. Para protegernos de cargar la enfermedad del paciente, frotémonos las palmas sobre una superficie rugosa, descargándonos de energía.
Para  empezar la limpieza. Nos arrodillamos y empezamos por los pies, para después ir subiendo hacia arriba y hacia afuera, hasta llegar a la parte superior de la cabeza. Con las palmas de las manos hacia arriba, y ligeramente inclinadas hacia afuera, localicemos el exterior del aura e intentemos apartar la suciedad. En realidad, nuestras manos actuaran como el agua y el jabón, limpiando las fibras sucias.
Cuando vayamos subiendo, el aura que este de­bajo de nuestras manos estará limpia.
Cuando hayamos llegado a la parte superior de la cabeza, apartemos las manos y oremos pidiendo que la suciedad retirada del aura penetre en la tierra, donde no pueda hacerle mal a nadie. Inclinando ligeramente hacia abajo las palmas de las manos haremos que la suciedad caiga con facilidad a tierra. Después de habernos liberado del aura sucia, frotémonos sobre la superficie áspera y volvamos a comenzar el proceso. Para completar satisfactoriamente la limpieza del aura se precisa hacerlo por lo menos tres veces.
Cuando hayamos completado la limpieza del aura, es fundamental mantener la mente del paciente apartada de todos sus problemas, y cuando se empiece a sentirse mejor física y mentalmente, es prudente hacer que se acueste y descanse. EI periodo de descanso variara en función de la duración de la enfermedad. Pidamos a la persona que evite hablar durante la limpieza, pues el silencio ayuda a la paz mental que hemos inducido a limpiar el aura.

Método 4, limpieza del aura a otra persona 

Empecemos por colocar las palmas de las dos manos sobre su cabeza.
La mano derecha debe estar sobre la zona del dolor en la parte delantera de su cabeza y la mano izquierda sobre la base de la cabeza.
Mantengamos las manos en esta posición durante varios minutos, mientras tiene lugar la curación.
Fluirán sensaciones de calor a la zona del dolor y se calentara mucho la palma de la mana derecha.
Cuando esta zona se enfríe, se habrá efectuado la curación. Cuando se practica este método de curación, se reduce la sobrecarga de estímulos, permitiendo que el aura vuelva a fluir regularmente.
Este método de “limpieza del aura” es muy beneficioso para los dolores de cabeza, la tensión y la ira. Hay algunas advertencias sobre la limpieza del aura. Si la persona se mueve durante la limpieza, el aura puede llegar a abrirse, provocando una situación grave. Cuando se ha emprendido la limpieza del aura, la persona debe permanecer quieta.
Un aura alterada puede tener zonas abiertas por las que pueden entrar influencias negativas. Es indispensable que como “curadores” seamos ca­paces de ver, sentir o percibir el aura. La actitud, los deseos y las buenas intenciones deben estar respaldados para nuestro conocimiento y nuestra conciencia. Siempre que ayudemos a una persona limpiándole su aura, debemos dar gracias a él, por habernos otorgado el don de ver su Luz.

La curación del aura
La enfermedad es la falta de armonía de nuestros niveles físicos. mentales y espirituales.
La salud es equili­brio. Podríamos definir la armonía como la combinación adecuada de todos los elementos que nos dan vida.
La energía negativa afecta la frecuencia y la amplitud del funcionamiento normal de las células sanas, alterando las emanaciones áuricas.
La falta de armonía puede tener su origen en acon­tecimientos y actitudes muy diversas: falta de autoestima, la muerte de un ser querido, miedo, culpa, depresión y una lista interminable.
Debemos tener presente que todos nosotros estamos unidos en algún nivel o niveles de conciencia, y muy próximos, por la capa áurica vital. Cuanto mas conscientes seamos del hecho de que esta experiencia que estamos viviendo, es parte de nuestro aprendizaje, mas fácil nos resultara asimilarla. Lo que queremos decir es que al estar participando en nuestro proceso evolutivo de manera consciente, debe­mos dejarnos llevar por el flujo natural de nuestra vida, y de esta forma tendremos menos falta de armonía.
La mayoría de los problemas que tenemos a lo largo de nuestra vida, tienen su origen en que caemos siempre en los mismos errores. Las lecciones que no aprendimos la primera vez, se repetirán con mayor poder la vez siguiente. Al darle la vuelta a las cuestiones importantes de nuestra vida, producimos una energía negativa que afecta a nuestras células físicas.
El ritmo de vibración de estas células no esta en la misma frecuencia que las de más y es entonces cuando los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo comienzan su ataque contra las células afectadas.
Estos síntomas los solemos ignorar basta que nuestro organismo queda realmente incapacitado. Para entonces el trastorno se ha agudizado y la curación, o el equilibrio se ha vuelto mas difícil. Al observar el aura se pueden apreciar estos trastornos antes de que lleguen a la fase de su manifestación física. Cuanto antes se haga un diagnostico exacto y se siga un tratamiento, mejor. En la mayoría de los casos, la medicina moderna solo hace el diagnostico una vez que presenta­mos síntomas físicos. La buena salud no es solo el funcionamiento armonioso del cuerpo físico, es también la armonía de los cuerpos espiritual, mental, y emocional.

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