Brujería y Hechizos
Brujería es el conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño.
La Creencia en la Brujería
La creencia en la brujería es común en numerosas culturas desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno varían significativamente de una cultura a otra. En el occidente cristiano, la brujería se ha relacionado frecuentemente con la creencia en el Diablo, especialmente durante la Edad Moderna, en que se desató en Europa una obsesión por la brujería que desembocó en numerosos procesos y ejecuciones de brujas (lo que se denomina “caza de brujas”). Algunas teorías1 relacionan la brujería europea con antiguas religiones paganas de la fertilidad, aunque ninguna de ellas ha podido ser demostrada. Las brujas tienen una gran importancia en el folclore de muchas culturas, y forman parte de la cultura popular.
El Término “Bruja”
Si bien éste es el concepto más frecuente del término “bruja”, desde el siglo XX el término ha sido reivindicado por sectas ocultistas y religiones neopaganas, como la Wicca, para designar a todas aquellas personas que practican cierto tipo de magia, sea esta maléfica (magia negra) o benéfica (magia blanca), o bien a los adeptos de una determinada religión.
Un uso más extenso del término se emplea para designar, en determinadas sociedades, a los magos o chamanes.
Hechizos
El hechizo o conjuro es un acto mágico que pretende producir efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales de carácter litúrgico o ritual. Cuando el objetivo del hechizo es adivinar el futuro se denomina sortilegio y cuando busca someter la voluntad de otra persona, encantamiento. Es componente sustancial de muchas religiones paganas y también forma parte de algunas religiones monoteístas como el Islam, mientras que otras como el Cristianismo prohíben explícitamente su práctica. El hechizo procede de las creencias mágicas del Neolítico y viene practicándose desde entonces, a veces de manera abierta y otras clandestina. Era común en sociedades paganas, constituyéndose en actos oficiales de masas promovidos por las autoridades; una actividad que está bien documentada en numerosas fuentes históricas e incluso sobrevive algunas zonas, como las de religión vuduista o chamánica originarias. El hechizo ha sido comúnmente perseguido bajo la acusación de brujería, sobre todo en las naciones que tenían al Cristianismo por religión de Estado. Hoy en día su práctica se considera jurídicamente bajo el amparo de la libertad de creencias protegida como derecho fundamental por la mayor parte de legislaciones democráticas, si bien ello no impide que se persigan las estafas de importancia cometidas por supuestos “brujos” o “brujas” basándose en la credulidad o deseo de creer de muchas personas.
Típicamente, el hechizo consiste en una representación simbólica del efecto que se pretende conseguir bajo la invocación de una deidad. En sus orígenes y en algunos casos de la cultura popular, es un acto instantáneo sin una forma común. Tanto es así que supuestamente puede ejecutarse incluso de manera involuntaria, como ciertas formas de mal de ojo.
No obstante, en las creencias paganas desarrolladas adquirió y mantiene una estructura general que consta de seis partes:
La preparación, durante la cual se disponen los lugares y materiales necesarios, y las personas que van a tomar parte en el mismo pueden realizar diversas actividades previas como el ayuno, la oración, etc.
La apertura, que inicia el acto litúrgico o ritual creando un “entorno mágico” apropiado y solemne, produciendo simultáneamente un efecto de comunión entre las personas participantes.
La invocación, en la cual se suplica o exige la cooperación de las fuerzas sobrenaturales que habrán de llevar a la realidad el hechizo.
La ejecución, donde se realizan los actos mágicos ritualizados que constituyen el núcleo del hechizo y que pretenden modificar el curso de la realidad bajo la advocación de las entidades sobrenaturales invocadas.
El sacrificio, en el que se ofrece a estas fuerzas sobrenaturales una ofrenda que puede ser simbólica o tangible para ganar su favor.
El cierre, que da solemnidad a la clausura del acto y disuelve el “entorno mágico” creado durante la apertura.
Magia con sal
Protección, limpieza, neutralización de daños, descarga, razonamientos, conservación… los usos de la sal en las prácticas mágicas son tan diversos como efectivos. Desde tiempos muy remotos, constituye un ingrediente indispensable para todo tipo de rituales. Los magos utilizaban sal para proteger sus herramientas, para deshacer maldiciones, para realizar una efectiva limpieza del espacio. Además de esas ventajas, existe otra fundamental: está al alcance de todos. Pero, cuidado, el hecho de que sea un elemento cotidiano a veces conspira contra quien desea aprovechar sus ventajas. Si usted quiere emplear la sal como ingrediente esotérico, debe saber exactamente cómo utilizarla según el objetivo. De eso trata esta nota. Le enseñamos diferentes técnicas para trabajar con sal y beneficiarse con sus poderes.
PURIFICACIÓN
En muchas culturas la sal se ha utilizado tradicionalmente en rituales destinados a despejar y purificar la energía negativa. Las campanas de las iglesias se ungían con sal y agua para bendecirlas y bautizarlas antes de implorar a Dios que dispersara los malos espíritus mediante el poder de su potente sonido. Durante la celebración del bautismo, se unge a los niños con sal para ahuyentar a los espíritus malignos.
Se cree que el uso prolífico de la sal entre los cristianos tiene su origen entre los romanos, que utilizaban esta sustancia para ahuyentar la negatividad. La costumbre de arrojar sal por encima del hombro izquierdo para prevenir la mala suerte es muy antigua. En otro tiempo, la sal era una sustancia muy valiosa, así que ¿qué sentido tenía tirar este producto tan preciado? Existía la creencia de que el “mal” se encontraba en el lado izquierdo de nuestro cuerpo y la bondad en el lado derecho. Al arrojar la sal por encima del hombro izquierdo, ésta inmovilizaba los espíritus malignos que estaban aguardando el momento propicio para hacer alguna maldad. Sea verdad o no, lo que realmente importa es que la sal era considerado un elemento primordial para neutralizar la negatividad.
En casi todas las culturas indígenas la sal se utilizaba con fines purificadores.
El poder de la sal proviene en parte de sus estructura cristalina, es el cristal más fácil de conseguir. Sus propiedades pueden ayudarnos a canalizar la energía por el interior de nuestro cuerpo y dentro de nuestro entorno doméstico. La sal no sólo sirve para realinear las nuevas energías, sino que además actúa como conductora de la energía etérica. Aumenta el caudal de energía etérea que fluye por nosotros y por nuestra casa.
Si desea purificar su propio hogar, es mejor que utilice sal natural, o sea, sal de mar o sal de roca sin yodurar. Su elección dependerá de los fines que desee conseguir. Si emplea sal de mar, atraerá las fuerzas del mar, que son particularmente beneficiosas para la purificación y la curación emocional. La sal de roca, por otro lado, se asocia con las fuerzas de la tierra y resulta muy útil para lograr una sensación de equilibrio y arraigo. No obstante, estas diferencias son muy sutiles de modo que, use la que use, obtendrá un resultado global parecido.
Limpieza de casas
Ponga la sal en un cuenco y sosténgalo mientras pide que el espíritu de la tierra bendiga la sal. Entre en la habitación que va a despejar y colóquese en el extremo situado más al Este. Arroje una pizca de sal en dicha esquina y diga:
Sal sagrada, sal de la tierra y del mar, despeja esta habitación para que seamos libres.
Puede decir la oración que mejor se adapte a las necesidades de su espíritu. Deje que su corazón lo guíe en la elección de las oraciones.
Cuando haya arrojado sal en las cuatro esquinas de la habitación, colóquese en el centro de la misma y empiece a girar describiendo una espiral en el sentido de las agujas del reloj. Vierta un poquito de sal adicional en cualquier punto en el que la energía le parezca desagradable o densa o fría o estancada. Fíese de su intuición para determinar cuáles son estos puntos. Simplemente, abra el corazón y las emociones a cualquier información que parezca proceder de la habitación. Cuando finalice diga:
Madre Tierra que estás debajo de todos nosotros, escúchanos ahora, acude a nuestro llamado, entra en esta casa, en este lugar sagrado, sana a todo aquel que viva dentro de este espacio.
Cuando haya terminado la ceremonia puede aspirar la mayor parte de la sal. No obstante, deje un poquito en las esquinas.
Ritos para cortan con lo malo
Los poderes de la sal se manifiestan con mucha intensidad cuando el objetivo es poner fin a un daño, neutralizar malas energías, cortar con la mala suerte, etcétera. A continuación, le indicamos diferentes ritos con sal cuyo objetivo principal es alejar el mal en todas sus manifestaciones.
Contra la envidia
Si usted supone que está siendo víctima de la envidia ajena, lleve el siguiente ritual para liberarse de ella:
Cóloque una fotografía suya (preferentemente de cuerpo entero) sobre una superficie plana y limpia.
Rodéela con un círculo de sal gruesa.
Déjela por espacio de una semana y diariamente agregue una pizca de sal al círculo. Mientras lo hace, concéntrese en la idea de alejar de usted la envidia.
Al cabo de ese tiempo, tire la sal a un desagüe y guarde la fotografía en la mesa de luz.
Para alejar a un enemigo en 7 días
En una noche de Cuarto Menguante, llene de alcohol fino un vaso de vidrio y diluya en él una cucharada de sal fina.
Escriba el nombre de su enemigo en un papel y colóquelo dentro del frasco.
Déjelo allí durante siete días y luego arroje el líquido a un desagüe y tire el papel a la basura.
Hechizo anti-daños
Las agresiones energéticas que nos envían pueden ser neutralizadas de la siguiente manera:
Durante tres semanas consecutivas finalice su baño derramando sobre su espalda una jarra de agua fría, en la que habrá disuelto tres cucharadas de sal marina.
Antes de dejar su casa, tome una pizca del mismo tipo de sal con su mano izquierda y arrójela hacia atrás, sobre su hombro derecho.
Aleje a los malos espíritus
En el transcurso de la tercera noche de Cuarto Menguante, limpie una mesa y coloque en su centro un espejo redondo.
Rodéelo con un círculo de sal fina.
Espolvoree sobre él tres pizcas de sal.
Rodee el círculo con tres velas blancas, de manera que éstas formen la figura de un triángulo.
Arroje sobre cada una de las velas una pizca de sal y enciéndalas.
Contra el mal de ojo
Decaimiento y nerviosismo sin causa aparente pueden muy bien ser efectos de haber sido “ojeado”. En este caso, lleve a cabo el ritual que detallamos a continuación:
Durante tres días ponga un vaso de agua con unos gramos de sal gruesa en su mesa de luz y cámbielo diariamente.
Trace debajo de su cama una cruz de sal gruesa y, cuando haya transcurrido los tres días, arroje la sal a la basura.
Sal marina para alejar la mala suerte
Si la suerte se empeña en no estar a su lado, fabrique el siguiente talismán y llévelo siempre con usted:
En una noche de Luna Llena, coloque siete cucharaditas de sal marina en una línea recta horizontal, sobre una superficie plana.
Comenzando por la izquierda vaya agregándole: a la primera, a la tercera, la quinta y la séptima una pizca de sándalo en polvo; a la segunda, la cuarta y la sexta un grano de incienso.
Déjelas toda la noche y, a la mañana siguiente, colóquelas en una pequeña bolsita de polietileno y ésta, a su vez, en una bolsita de género lila.
Baños de descarga
¿Su energía está en baja? ¿Las malas vibraciones de las personas que lo rodean lo afectan? ¿Cree que es víctima de un daño? No se complique buscando métodos complicados. Todo lo que debe hacer para cambiar la energía es agregar sal al agua de su baño. Esto crea un cambio alquímico –se convierte un elemento sólido (la sal) en líquido.
Báñese en esta mezcla para crear un cambio similar en usted. Visualice sus deudas, preocupaciones, enfermedades (si las hubiera) y las energías negativas que lo afectan. Vea cómo esos males abandonan su cuerpo y quedan en el agua donde son neutralizados.
Si prefiere ducharse, utilice una pequeña cantidad de sal gruesa en un recipiente y una esponja. Embeba la esponja en agua, sumérjala luego en el recipiente con sal y después frote su cuerpo.
Por último, termine el baño de la manera habitual, con agua y jabón.
Un consejo: Realice este ritual durante el Cuarto Menguante o la Luna Nueva, porque estas fases potencian los ritos de defensa y barrera.
10 “Sazonamientos” de alto poder
Se denomina de este modo a los preparados que combinan diferentes ingredientes y que se utilizan para condimentar una comida, con un fin mágico. Por lo general, se realizan a base de hierbas y especias. Además de los alimentos, estas mezclas pueden “sazonar” un ritual (se puede rociar el sazonamiento sobre velas, altares, talismanes, etc., para reforzar su poder y dirigir la energía hacia el objetivo del oficiante). A continuación, le indicamos diferentes sazonamientos, para que usted sepa cuál utilizar de acuerdo con sus deseos. Recuerde que puede emplearlos tanto para condimentar los alimentos como los objetos que utiliza en sus prácticas mágicas.
Deseo sexual: Almendras y nueces con sal.
Prosperidad y abundancia: Semillas de sésamo, sal fina, pimienta.
Protección personal: Ajo molido, sal fina, comino.
Poderes mentales: Semillas de mostaza, sal gruesa, cáscara de limón.
Energías física: Semillas de anís, romero, sal fina.
Contra la envidia: Sal gruesa, hojas de puerro, rábano picado.
Purificación: Laurel, sal fina, pimienta en grano.
Exorcismo: Cebolla picada, sal fina, hojas de albahaca.
Amor: Aceite de oliva, sal, albahaca.
Neutralización de daños: Hojas de estragón, pimienta negra en grano, sal gruesa.
Sales Perfumadas
Fáciles de conseguir, las sales de baño pueden brindar armonía, sensibilidad, romanticismo y muchos otros beneficios. Los perfumes estimulan y activan emociones diversas. Además, el hecho de que aparezcan en forma de sales, agrega un componente de poder. Después de ducharse, tome un baño de inmersión con sales perfumadas y disfrute de las ventajas que ofrecen.
Gardenia: Este aroma potencia la belleza, el encanto y el poder de seducción. Posee vibraciones especiales que atraen la armonía.
Almendra: Es afrodisíaco, pero también tiene la virtud de atraer la abundancia.
Lavanda: Es armonizador e inspira sentimientos amorosos. También se afirma que proporciona un buen descanso y protege contra lo negativo.
Lila: Incrementa la actividad mental y restaura el equilibrio energético.
Magnolia: Es un perfume de paz y espiritualidad y muy bueno en los rituales de meditación.
Rosa: Se utiliza esencialmente para enamorar.
A todo color
Ritos de atracción con tiza molida
Fáciles de preparar, estos hechizos ayudan a atraer la buena suerte. Todo lo que debe hacer es mezclar sal con tiza molida y colocar la mezcla en un recipiente, que deberá ubicar cerca de la entrada de su hogar durante una semana en la que haya Cuarto Creciente o Luna Llena. Para saber cuál color debe utilizar de acuerdo con su propósito, consulte la siguiente lista.
Rojo: Energía sexual, actividad, optimismo, pasión.
Naranja: Comunicación, calidez, armonía entre las personas.
Amarillo: Intelecto, concentración, capacidad de diálogo.
Rosa: Romanticismo, sensibilidad.
Verde: Salud, dinero, bienestar material.
Azul: Espiritualidad, armonía.
Violeta: Meditación, espiritualidad.
Celeste: Contacto angélico, armonía familiar.
Remolino de Pureza
Cree un remolino con sal
Se puede conseguir una purificación rápida y efectiva creando un vórtice de energía en el centro de una habitación. Para realizar esta técnica debe emplear sal en polvo de textura muy fina. Utilice un mortero y una mano de mortero para moler la sal hasta que obtenga cristales muy finos. A continuación, colóquese en el centro de la habitación y vierta la sal alrededor de la estancia, describiendo movimientos lentos y majestuosos con los brazos. Muévase en la dirección de las agujas del reloj. Esta sal tan fina despejará el aire, así como los rincones más recónditos de la habitación.
Superticiones
¿Tirar sal atrae la mala suerte?
La creencia que afirma que derramar sal atrae la desgracia se fundamenta en el valor que tenía en la antigüedad esta sustancia. Hoy en día, se sigue creyendo que da mala suerte tirar sal y para neutralizar ese efecto negativo, se toman tres pizcas de sal derramada y se arrojan por encima del hombro izquierdo, hacia atrás.
A raíz de esta leyenda, hay quienes creen que se puede ocasionar daño a una persona arrojando sal en su casa, en la puerta de entrada o directamente sobre el cuerpo del individuo, pero esto no es así. Si a usted le tiran sal, no tema; no sólo no conseguirán ocasionarle ningún daño, sino que es probable que mejoren su suerte.