¿Que es el Yin y el Yang?


  ¿Que es el Yin y el Yang?

  ¿Que es el Yin y el Yang?


El yin y yang.

Surge de la filosofía oriental, es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Es decir, luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frío, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino, etc. En la cultura tradicional china, el Yin/Yang, es omnipresente, desde medicina, astronomía, agricultura, política, caligrafía, pintura, música, arquitectura, cocina, artes marciales, ajedrez…

El yin. Es el principio femenino

la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. La luna, la noche, la sombra, la quietud, la profundidad, lo descendente, lo movedizo, lo frío, lo blando. Por lo que se relaciona el color negro o azul, la voz suave, los movimientos tranquilos, la tierra, el sueño, el alma, el otoño, etc.

El yang. Es el principio masculino

el cielo, la luz, el sol, el día, lo caliente, lo duro, la actividad, el movimiento, lo ascendente y la penetración. Por tanto se relaciona con todo lo que sugiere estos aspectos como puede ser el color rojo, la voz fuerte, el estrés, la vigilia, la vida, el fuego, el ruido, el verano, y así sucesivamente.

Según este concepto, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, Yin y Yang, serían la fase siguiente después del taiji o Tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen.

El Yin y el Yang son relativos y no absolutos. Los mismos Cielo y Tierra emergen del Yin y el Yang. El Yin y el Yang a su vez emergen del Movimiento y la Quietud.

Es un símbolo dinámico. Muestra la continua interacción de dos energías y su equilibrio: como tal, es un símbolo de armonía. Es un símbolo que crea igualdad pues sin el Yin no podría existir el Yang y al revés, igual, y sin la interacción de ambos, no se genera vida. No existe nada opuesto entre el Yin y el Yang. Son complementarios.

Esta interacción genera emanaciones de energía que dan vida a todas los seres. El Yin (reposo) y el Yang (movimiento) generan ciclos constantes de cambio en el que cada uno se convierte en otro, cuando el Yin mengua aparece el Yang y viceversa (interacción). Podemos ver esta interacción en la naturaleza en la forma de las 4 estaciones, yang se refleja en el verano y el Yin en la frialdad del invierno.

En la representación del Yin y el Yang, el punto negro dentro de la parte blanca indica que el Yin existe dentro del Yang y viceversa.

Lao-Tzu en “Tao-te ching” escribió: “Todo tiene dentro de sí ambos, Yin y Yang y de su ascenso y descenso alternados nace la nueva vida”.


La teoría del Yin y del Yang.

Se deriva del Qi. Marca la aparición de la noción de dualidad que sale del carácter único de la Energía; es la unidad que engendra la dualidad. Esta noción de dualidad es universal en el mundo manifestado. La impermanencia de los fenómenos y su transformación se derivan de los cambios perpetuos del estado del Qi.

Principios elementales de la teoría del Yin/Yang

a) Dualidad Yin/Yang. Todas las cosas y todos los fenómenos tienen dos aspectos: un aspecto Yin y un aspecto Yang. Esto se halla directamente unido a la impermanencia del mundo manifestado, a la alternancia de los contrarios, y representa el fundamento mismo del movimiento perpetuo del universo. Ningún fenómeno persiste eternamente en su naturaleza particular. Los criterios de la vida se definen en comparación con la muerte. El alivio sólo se percibe en relación con el dolor, la felicidad en relación con la infelicidad, el día en relación con la noche. El movimiento sólo es perceptible en referencia a la inmovilidad. Así pues, el espacio, el tiempo, la naturaleza, la condición humana y todos los fenómenos perceptibles ya sean abordados por la ciencia, la filosofía, el arte o cualquier dialéctica fundada en la dualidad pueden expresarse en términos de Yin/Yang.

b) Divisibilidad infinita del Yin y el Yang. No sólo todo puede ser divido en Yin y en Yang, sino que en cada categoría puede observarse una nueva división hasta el infinito. Por ejemplo, el invierno es Yin y el verano es Yang. El día, en invierno, es Yang en el Yin; la noche, en invierno, es Yin en el Yin. El día, en verano, es Yang en el Yang. La noche, en verano, es Yin en el Yang. El crepúsculo de un día de invierno es Yin de Yang de Yin, etc. Incluso dentro del día (Yang), la mañana es Yang y la tarde es Yin.

Los cuatro modos de relación del Yin/Yang.

1- Oposición del Yin y del Yang (Yin Yang Dui Li) Dado que representan dos aspectos totalmente complementarios de las cosas y los fenómenos, el Yin y el Yang se oponen punto por punto. Sin embargo, por el hecho de su antagonismo, el Yin y el Yang se complementan mutuamente. Su enfrentamiento produce un fenómeno de limitación mutua (la presencia del Yin se opone al desarrollo excesivo del Yang, y viceversa). Su unidad se expresa en un estado de equilibrio, y cada aspecto crece en detrimento del otro. A la inversa, el declive de uno favorece la ascensión del otro.

2- ) Interdependencia del Yin/Yang (Yin Yang Hu Gen) Cuando se dice que el Yin y el Yang son interdependientes, significa que la condición previa a la existencia del uno es la existencia del otro, y que son recíprocamente útiles. La disociación completa del Yin y del Yang marca el agotamiento, el término de la vida.

3- Reducción y crecimiento del Yin/Yang (Yin Yang Xiao Zhang) El equilibrio dinámico del Yin/Yang deriva de la alternancia de fases de crecimiento y de disminución de cada uno de los dos aspectos, sabiendo que el aumento del uno hace simultánea y proporcionalmente disminuir al otro. Este mecanismo se observa claramente en la sucesión de las estaciones.

4- Transformación del Yin y del Yang (Yin Yang Zhuan Hua) En ciertas condiciones extremas, el Yin y el Yang no se conforman con oponerse y compensarse. Puede producirse una transformación total de un aspecto en su contrario. Entonces se dice: ´El Yin excesivo se transforma en Yang, el Yang excesivo se transforma en Yin (Su Wen); o también: ´El Frío en su extremo produce Calor, el Calor en su extremo produce el Frío. Reducción y crecimiento tienen que ver con el aspecto cuantitativo de cada aspecto.

PATRONES HACIA EXTREMO YIN.

Ejemplos: Algunos síntomas de una actividad en exceso Yin pueden ser falta de movilidad, depresión, tristeza, gusto insano por la oscuridad, consumo de alimentos fríos, uso de colores grises y apagados, voz baja, frecuentar vida nocturna, etc.

Las soluciones en referencia al espacio, podrían se incrementar la luz en determinadas áreas de la vivienda, evitar una distribución de mobiliario que crease obstáculos, eliminar objetos estancados y trasteros, buscar colores más luminosos o alegres, ventilar adecuadamente el espacio, no abusar de cuadros y objetos otoñales (el simbolismo influye de una forma sutil), revisar la cercanía de lugares como cementerios, zonas ruinosas, agua estancada, etc. En definitiva se buscaría una dosis de energía más activa y vital (yang) creando un nuevo equilibrio.

PATRONES HACIA EXTREMO YANG.

Ejemplos: Algunos síntomas de una actividad en exceso yang pueden ser el estrés, el nerviosismo acusado, consumo desequilibrado de alimentos fuertes como carnes, alcohol, mariscos o picantes, falta de sueño, uso de colores rojos o ácidos, ausencia de cortinas y protección en la vivienda, música demasiado alta, abuso de juegos, apuestas, conducción rápida y temeraria, etc.

Consejos de aplicación al espacio, serian luz suave e indirecta, uso de tonos pasteles, cortinas que procuren intimidad, dormitorios sencillos sin elementos de dispersión como televisión u ordenador, música tranquila, cocina con abundancia de frutas y verduras, entornos de poco ruido, etc. Se trata de buscar patrones Yin positivos que corrijan la balanza.

LEY DE POLARIDAD Y EL YIN y YANG.

Sin duda alguna, el Yin y el Yang, expresa de manera muy clara lo que define la Ley universal de la Polaridad. Es decir, que todo tiene su opuesto. “Todo es dual. Todo tiene dos polos, todo su par de opuestos, los semejantes y los antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en su naturaleza pero diferentes en grado. Los extremos se tocan. Todas las paradojas pueden reconciliarse”. No puede haber los interiores de una casa si no existen los exteriores. Tienes una parte izquierda de tu cuerpo porque tienes una parte derecha. Cada arriba tiene un abajo y cada abajo tiene un arriba. La ley de la polaridad no solo nos habla de opuestos sino de iguales y contrarios. Todo en la naturaleza se manifiesta dualmente: lo lleno y lo vacío, lo masculino y lo femenino, lo alto y lo bajo, los cationes y los aniones, lo frío y lo caliente, la vida y la muerte, la vigilia y el sueño, lo celeste y lo terrestre, el hombre y la mujer, etc. No es posible la inhalación sin la exhalación, ni el trabajo sin el descanso, ni la materia sin la energía, ni la energía sin la mente, ni esta última sin la conciencia, etc.

Para que se produzca el movimiento es necesaria la dualidad: protones y electrones, intuición y razón, materia y conciencia, conocimiento e ignorancia, actividad y pasividad… a través de los cuales se genera el dinamismo del universo. En el planeta Tierra se manifiesta la dualidad norte-sur y este-oeste.

Este Cuarto Gran Principio hermético encierra la verdad de que todas las cosas manifestadas tienen dos aspectos, dos polos, que son un par de opuestos con innumerables grados entre ambos extremos. Aquella antigua y eternas paradojas que han confundido las mentes como: “Todo es y no es, al mismo tiempo”.

“La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza”, y “Los extremos se tocan”, quedan explicadas si se medita este Principio.

La Ley de Polaridad explica que lo que existe entre cosas diametralmente opuestas es solamente cuestión de grados, y afirma que todo par de opuestos puede reconciliarse mediante la aplicación de esta Ley. Ambos polos de algo son en esencia distintos grados de una misma sustancia, de una misma cosa, con un gran número de posiciones intermedias, que aumentan o disminuye de forma gradual hasta alcanzar uno de los extremos. Por ejemplo: el frío y el calor, no son más que distintos grados de la sustancia llamada temperatura, que el aquí y el allí son distintos grados de la sustancia llamada espacio. Además, vemos que es difícil saber donde empieza el uno y donde acaba el otro, pues tal límite es subjetivo y relativo. Subjetivo, pues depende de la persona, y relativo, porque depende de tu situación en el espacio. No hay ningún sitio en el termómetro en donde cese el calor y comience el frío. Absolutamente. Todo se reduce a vibraciones más o menos elevadas o bajas. Las propias palabras “elevado” y “bajo” que estamos usando no son más que dos polos de una misma cosa. Son relativos. ¿Dónde termina la oscuridad? ¿Dónde empieza la luz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Entre blanco y negro? ¿Entre positivo y negativo? La escala musical es lo mismo.

Partiendo de Si, llegamos a encontrar el Si.

El Espíritu y la Materia son polos de la misma cosa; siendo los estados intermedios, o planos, cuestión de grados vibratorios solamente. Estos dos polos, en todo lo que existe, se clasifican ellos mismos por su grado vibratorio, o sea su frecuencia, en positivos y negativos. Así, la Fe es positiva, el miedo es negativo. La actividad es positiva con relación en la inercia. El color blanco positivo es contra el negro negativo. La Verdad es positiva, la mentira negativa. La prosperidad es positiva, la carencia negativa. Lo superior es positivo, lo inferior negativo.

El mismo Principio opera en idéntica manera en el Plano Mental. Va más allá de lo físico, en lo relativo a lo mental, también se aplica. El Amor y el Odio son considerados como diametralmente opuestos e irreconocibles; pero si aplicamos el Principio de Polaridad encontramos que no existe ni un Amor absoluto ni un odio absoluto diferentes uno de otro; los dos no son sino términos aplicados a los dos polos de una misma cosa. Empezando en cualquier punto de la escala encontramos más Amor y menos odio si ascendemos por ella, o menos Amor y más odio si descendemos por ella. Hay muchos grados de Amor y de odio, y existe también un punto medio donde el agrado y desagrado se mezclan en tal forma, que es imposible distinguirlos. El valor y el miedo quedan también bajo la misma regla. Los pares de opuestos existen en todo. Donde encontramos una cosa encontramos también su opuesto.

Esto es lo que permite transmutar un estado mental en otro, siguiendo las líneas de polaridad. Las cosas diferentes no pueden transmutarse unas a otras, pero sí las de igual clase. Por ejemplo, el Amor no puede transmutarse en este u Oeste, pero si puede tornarse en Odio, e igualmente el Odio, cambiando su polaridad puede tornarse en Amor. El valor puede transmutarse en miedo y viceversa. Las cosas duras pueden tornarse en blandas, y así sucesivamente, efectuándose siempre la transmutación entre cosas de la misma clase, pero de grado diferente. Tratándose de un hombre cobarde, si se elevan sus vibraciones mentales a lo largo de la línea miedo – valor, se llenará de valentía y despreciará el peligro. Igualmente lo perezoso puede hacerse activo y enérgico, polarizándose simplemente a lo largo de la línea pereza – inteligencia. Una vez entendido el principio de Polaridad se ve inmediatamente los cambios mentales que deseamos. Es como producir un deslizamiento a lo largo de una escala, a saber, no se trata de transmutar una cosa en otra completamente diferente, sino de reducirla a un simple cambio de grado de la misma cosa. Los estados mentales pertenecen a innumerables clases, cada una de las cuales tiene su opuesto, y a lo largo de su propia línea es posible la transmutación.

En lo referente a los polos, se añade, que como todo, en este universo donde la línea recta no existe, la escala por la que nos movemos entre ellos, no es una línea recta sino cíclica o circular. Así pues, los polos pueden llegar a tocarse si extremamos mucho.

La energía tiene forma dual (1 + 1), constando por ley de polaridad de los signos + y -, y por el Yin y el Yan. Toda la materia se compone de energía y ésta es la que soporta el movimiento, el cual es la base de la vida misma.

yin y yang


APLICAR A TU VIDA EL CONCEPTO YIN- YANG O LA LEY DE LA POLARIDAD.

Teniendo en cuenta todo lo que se ha descrito anteriormente, y siendo consciente de la similitud entre estas leyes, conceptos o formas de pensar o fe, podemos sacar partido a nuestras vidas, a las circunstancias, hechos, etc. Tan solo se trata de llevar las cosas que no nos gustan al polo positivo, al que nos gusta. Tú puedes decidir ver constantemente todo lo bueno en las personas y las situaciones que se te presentan en la vida. Si algo “negativo” ocurre en tu vida entonces debe haber algo bueno que puedes sacar de ello, si tú lo decides así. Debemos recordar que la tendencia de la Naturaleza es en dirección a la actividad dominante del polo positivo.

Además del cambio de polo de nuestros propios estados mentales mediante el arte de la Polarización, el fenómeno de la influencia mental en sus múltiples fases demuestra que el principio puede extenderse hasta abarcar las influencias mentales; esto es, que los estados mentales pueden producirse por inducción de los demás. Es, pues, posible polarizar un ambiente, una situación. La mayoría de los resultados obtenidos mediante los tratamientos mentales se obtienen aplicando este Principio. La práctica de este Principio nos permite comprender mejor nuestros propios estados mentales, así como los de los demás, y nos cerciora de que esos estados son puramente cuestión de grados, pudiendo elevar las vibraciones interiores a voluntad, cambiando la polaridad y haciéndonos dueños de esos grados en lugar de sus esclavos. Todo depende de tu propia fe. Recuerda que la fe es conocimiento.

Tener presente también, que si el Yin está dentro del propio Yan y viceversa, toda situación negativa que ocurra tiene su lado positivo en si, se trata de encontrarlo y darle más sentido a lo bueno que a lo malo.

Probablemente cueste un poco al principio, si es que, estamos acostumbrados a estar en el polo negativo. Así que intentemos comenzar poco a poco, con hechos, palabras, sentimientos y acciones sencillas y aparentemente poco importantes. Por ejemplo: Al Polo positivo pertenece la sonrisa, el negativo pertenece el ceño fruncido. Si quieres cambiar de polo en plena manifestación negativa, sonríe. Piensa y repite frases bonitas y halagadoras hacia ti, hacia tus amigos, jefes, compañeros, familia, etc. se trata de que te sientas bien, feliz. Como: “me siento bien; soy feliz; te deseo felicidad; me llevo bien contigo; estoy agradecido de…; etc.”

Lo mismo si tienes un problema que te quita el sueño, visualiza la situación contraria, que tal problema no existe, o bien que está solucionado. Si discutes con alguien, piensa en algo bonito, suaviza el tono y guíate por las palabras no agresivas y emociones de gratitud, paz y armonía, dile mentalmente a esa persona cosas bonitas al discutir para que las vibraciones de esas palabras tranquilicen también al otro. Leer libros de autoayuda, de terapia personal, o practicar técnicas como REIKI, Yoga, Tai Chi, Feng Shui, risoterapia, Chi Kun, ver películas de risa, dar paseos por la playa, terapias con animales, etc. todo aquello que repercuta de manera positiva en tu persona, para lograr un cambio de actitud orientado al polo positivo, obteniendo resultados de la misma vibración en los otros planos, físico, material, emocional, espiritual. Tú eliges.

Se trata de una conducta a seguir que cuanto más se practica, más forma parte de nuestra vida y con el tiempo lo practicaremos sin darnos cuenta. Lo fundamental es la constancia, querer y la fe.

También puedes confeccionar una plantilla, es decir, con papel de cartulina, dibuja y recorta una circunferencia o un círculo, divídelo en partes iguales. En cada parte dividida pon los temas o posibles respuestas para tus consultas. Al formular la pregunta coloca la punta del péndulo en el centro de la circunferencia. Deja que oscile por si solo hasta que quede quieto en una de las secciones que en que has dividido la cartulina. Esa será la respuesta.

En las secciones de la cartulina puedes escribir por ejemplo: en una; ahora es el momento, en otra, déjalo para más adelante, en otra, no debes llevarlo a cabo, etc. Otro ejemplo: en una sección; en la casa, en otra en el dormitorio, o cambio de trabajo, etc. Según tus consultas.

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