¿Quiénes son?
Cuando le hablas entiende tu lenguaje, comprende exactamente lo que le dices, sin tener que dar largas explicaciones para hacerte entender. Cuando clavas la mirada en sus pupilas percibe las palpitaciones que emanan de tu ser poniendo al descubierto tus emociones porque existe un latir sincronizado. Cuando está a tu lado y descubre lo inédito también a ti se te manifiestan los hechos con sólo observar su gesto. Siente como tú, percibe como tú, se emociona como tú, se nutre del mismo alimento que tú.
Interioriza tus pensamientos como si de los suyos propios se tratase engarza tus sensaciones con las suyas propias, son capaces de fundirse en un único sentir. No es necesario tener los mismos gustos ni vestir de la misma forma, ni tener las mismas ideas políticas, ni ejercer la misma profesión, ni pertenecer a la misma clase social. No es lo superficial y externo lo que se impone, lo que impera en la relación con tu alma gemela, es lo interno, lo profundo, lo esencial, aquello que no se puede percibir a través de los sentidos y lo que los sentidos perciben. Tal vez la veas una vez al año o a lo sumo dos. Deseas estar con ella más tiempo, pero las circunstancias tal vez no lo permitan. Aunque eso no es lo más importante, no es asunto capital el número de horas ni de días que pases con ella. Lo principal es que está ahí y tú lo sabes, y que cuando la vida los haga coincidir en el tiempo y en el espacio, con una simple mirada sabes que algo empieza a palpitar rítmicamente, como una melodía acompasada que acaricia los sentidos y otorga fuerza. Puedes encontrarla en cualquier lugar, o tal vez no la encuentres nunca, no es seguro que todos tengamos un alma gemela, sólo lo pueden saber, aquellos que la han encontrado. Puede ser hombre o mujer, independientemente de tu sexo, surgir en cualquier momento de tu vida, independientemente de tu edad. Puede estar lejos o cerca de ti, ser ajena a tu vida cotidiana o puede formar parte de ella. No necesariamente se identifica con la pareja con la que compartes tu vida, con la que te sientes bien, con la que disfrutas, con la que gozas sexualmente, con la que tienes un proyecto de vida en común, hay parejas que no son almas gemelas y hay almas gemelas que no son pareja. Hay cosas que sólo con un alma gemela se pueden hacer, hay lugares que sólo con un alma gemela se pueden visitar. Cuando la encuentres dejará de haber orfandad en tu alma, no tendrás que buscar con quién compartir tu solitaria intimidad, tu recluida esencia, tan distante y remota para los demás, pero a la que tu alma gemela siempre tiene fácil acceso, siempre encuentra el camino libre, la puerta abierta. Si algún día te tropiezas con ella sabrás que la has encontrado, porque te descubrirá su mirada que es la tuya, sus emociones que son las tuyas, y hablarán el mismo lenguaje sin tener que dar largas explicaciones para hacerte entender.
About the author