¿Cómo Recibir El Espíritu De La Navidad?
Para el 21 de diciembre es uno de los días más especiales, no sólo porque es la noche más larga del año, sino también porque se celebra el solsticio de invierno, momento en el que la tierra se encuentra más distante del Sol.
En estos solsticios, especialmente entre las doce y unos minutos, dependiendo del año, se reciben bendiciones especiales y es por ello que debemos estar atentos para invocarlas y recibirlas; una de estas bendiciones va dirigida directamente a los hombres de buena voluntad y ha sido denominado como el Espíritu de la Navidad, Nativitas o Natividad; el viejo pascual, como lo conocían anteriormente, tiene la misión de traer, cada fin de año la abundancia, paz, amor, unión, fraternidad, armonía, opulencia, prosperidad y bienestar espiritual a toda la humanidad.
A pesar de ser ésta una tradición de origen nórdico, se ha introducido con mucha fuerza en nuestro país, logrando que niños, jóvenes y adultos lleven a cabo distintos ritos, con el objeto de pedir deseos o simplemente dar gracias por las bendiciones que han recibido a lo largo del año.
Ahora bien, para recibir al Espíritu de la Navidad tal y como él se merece, debemos, además de estar del mejor humor posible, con una sana alegría y con ganas de hacer todo lo que se nos pida sin reclamar, arreglar nuestras casas y a nosotros mismos para que todo aquello que deseemos con fuerza y corazón se nos cumpla.
Comenzaremos por la casa; el 21 de diciembre en la mañana para limpiar, debes encender bastante incienso de mirra y después del mediodía comienza a encender incienso de mandarina. Coloca una estrella de varias puntas, la que consideres más bonita, ya sea comprada o elaborada por ti, y puedes ponerla en tu árbol de Navidad, en la puerta, en la pared, en el pesebre o nacimiento, o donde lo desees; lo importante es que de una u otra manera se quede la radiación del Espíritu de la Navidad y que ilumine siempre con su luz sagrada a la casa y a las personas que allí viven.
Continúa ambientando tú casa con olores de pino y con decorados navideños, donde resalten los colores rojo, verde y blanco. A este ángel le gustan mucho las melodías navideñas, ponlas y sentirás su presencia cada vez que las escuches. Enciende velas rojas, doradas y violetas, siempre en números impares. En fin, todos los detalles que coloques con amor en esta fecha serán dedicados al Espíritu de la Navidad.
En cuanto al ritual para ti, debes hacer un baño con esencias de mandarina y perfumar todo el ambiente. Lleva a cabo un acto de amor y gratitud ante ese Dios paciente, que siempre está dispuesto a perdonar. Después de esta purificación, con el corazón lleno de alegría y esperanza, comienza a escribir lo que deseas, usando una cara del papel, con espacio suficiente para poder cortar cada petición por separado. Prepara tu carta de peticiones en la que pedirás todo lo que desees, desde lo invisible como amor, paz, opulencia; hasta lo visible: automóvil, casa, celulares, etc. Las peticiones deben ser impares, es decir, tres, cinco, siete de cada orden, siguiendo de esta manera: 1) por la humanidad; 2) por nuestro país; 3) por nuestros familiares y amigos más cercanos y 4) nuestras peticiones personales. Podemos pedir también: comprensión, armonía en la pareja, en las relaciones comerciales o empresariales, salud, eliminación de malos hábitos, etc. Relájate y haz una reflexión, pidiendo de corazón por las faltas reconocidas y las que reconoces. Luego perdona, perdona y perdona.
Cuando culmines tu carta debes sacarle varias copias y conservar el original. Es importante recalcar que las peticiones son personales y se guardan hasta el siguiente año, cuando se evalúa si los deseos que hicimos se cumplieron; si así fue, debes quemar los papeles donde se encontraban escritos los deseos del año anterior y realizar las nuevas peticiones.
Finalmente, entre las 7:00 y las 11:00 de la noche, con la carta ya preparada, realizarás una cena en tú casa en honor al Espíritu de la Navidad, le das la bienvenida y se dice lo siguiente: “En el nombre de Dios Todopoderoso le doy la bienvenida al Espíritu de la Navidad para que descienda con su energía y sea concedida por todos los presentes llenándonos de abundancia, amor, paz y prosperidad”. Luego, enciende una vela con tu nombre y bendices tu carta diciendo: “En el nombre de Dios Todopoderoso y bajo el auspicio del amado Espíritu de la Navidad, bendigo la perfección contenida en estas peticiones de todos y cada uno de nosotros, para que se manifieste en nuestra vida y nuestro mundo, para el bien nuestro y el de toda la humanidad. Gracias amado Espíritu”. Cuando la vela se consuma, con ese mismo fuego se puede quemar la carta original al Espíritu de la Navidad, guardamos la copia y durante el año vamos tachando las peticiones concedidas, manteniendo en nuestra mente las peticiones restantes y diciendo: “Dios me lo quiere dar y sólo está esperando el mejor momento para darme una maravillosa sorpresa”.
Ahora ya estás preparado para recibir armoniosamente al Espíritu de la Navidad!!.