Si no soy yo por mí, ¿quién lo será?
Si no soy yo por mí, ¿quién lo será?
Pero si sólo soy para mí, ¿qué soy
Erich Fromm en El miedo a la libertad, 1942
Aunque el grado de autoconciencia varía, su existencia le plantea al hombre un problema que es esencialmente humano: al tener conciencia de sí mismo como de algo distinto a la naturaleza y a los demás individuos, al tener conciencia – aun oscuramente – de la muerte, la enfermedad y la vejez, el individuo debe sentir necesariamente su insignificancia y pequeñez en comparación con el universo y con todos los demás que no sean “él”. A menos que pertenezca a algo, a menos que su vida posea algún significado y dirección, se sentirá como una partícula de polvo y se verá aplastado por la insignificancia de su individualidad. Erich Fromm en El miedo a la libertad, 1942
Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?
En el Judaissmo La Mishná* dice: “Él [Hilel] solía decir:”-Si yo; soy nada para mí ¿entonces quién soy?. Pero si soy para la Esencia en mí ¿qué soy?. Y si no es Ahora ¿cuándo?-(Avot 1:14).
Hilel o Hillel, llamado “Hilel el Anciano”, y mejor conocido aún como “Hilel el Sabio” (c. 70 a. C.-10 d. C.) fue un eminente rabino y maestro judío; el primer erudito que sistematizó la interpretación de la Torah escrita. Hillel vivió en el siglo I antes de la Era Cristiana, y fue uno de los que más alto llegó en la captación de la Esencia de la Toráh. Cuenta la Tradición que un gentil se acercó a él retándolo a que le condensara dicha Esencia en el breve lapso de tiempo en que puede uno mantenerse parado sobre una pierna. Hillel le respondió: ‘No hagas a los demás aquello que no quisieras que te hagan a ti.’ Todo lo demás son comentarios sobre cómo llegar a eso.
*La Mishnah es la segunda parte de la Ley de Moises la cual ha sido mantenida de generación en generación de manera verbal hasta la Segunda Centuria