Tipos de Magia
En el mundo de los hechizos se pueden encontrar dos tipos de
brujas: las que practican la magia blanca o teúrgia, y las
que practican magia negra o magia goecia. Empotrados en la magia
teúrgia se encuentran las prácticas de alquimia,
cábala y otras muchas prácticas benéficas al
ser humano. Las hechiceras que practican magia teúrgia no
usan ningún libro grimorio para sus objetivos, sino que
sus conocimientos se trasmiten de forma oral.
En la magia goecia se practican la hechicería, ritos
satánicos, el “agüeyamientu o mal de güeyu” (mal
de ojo), en fin todas aquellas artes mágicas dedicadas a
satisfacer los intereses de ellas mismas o de las personas que
les pagan por dichos oficios. Las brujas asturianas que practican
magia goecia usaban para sus hechizos los libros grimorios,
siendo el más usado el libro de San Cipriano, más
conocido como el ciprianillo, aunque usaban muchos otros
también. La noche del 30 de abril, las brujas preparaban
un ungüento que frotándoselo en la ingle les
permitía volar en sus escobas, a distintos puntos de
Asturias para realizar los aquelarres. Las brujas del oriente
practicaban un aquelarre dirigido por el Diañu
Burllón, terminando este en una orgía sexual. Luego
se dirigían con sus escobas al aquelarre de Sevilla. Las
brujas del occidente más influenciadas por las meigas
gallegas celebraban sus aquelarres en honor del diablo Astarot.
Todas ellas, usaban magia teúrgia o magia goecia,
celebrando sus aquelarres en lugares sagrados paganos.
teúrgia
Teúrgia es una práctica mágico-religiosa
que consiste en la invocación de poderes sobrenaturales
(ángeles) a fin de comunicarse o unirse a ellos atrayendo
beneficios espirituales o para manipularlos por medios
mágicos.
Esto se pone de manifiesto a través de rituales, de
carácter ceremonial -posturas inefables dirigidas con
precisión y solemnidad- que utilizaban símbolos,
fórmulas o cosas por el estilo, de sentido
analógico, que eran adaptadas para atraer la
energía ultraterrenal deseada. Los símbolos, las
posturas y el lenguaje utilizado no debían ser
necesariamente comprensibles y tampoco debían ser
conocidos racionalmente. Los mismos nombres de las entidades
invocadas son en “lengua bárbara”, antigua o desconocida
por los practicantes. La eficacia del ritual dependía de
la suspensión de la racionalidad humana a fin de conseguir
la activación de los elementos psíquicos superiores
que reciben la energía divina o demoníaca.
Una forma particular de teúrgia es la
“teléstica”, de donde deriva la palabra talismán y
sirve para cargar o animar estatuas u objetos que de esta manera
pueden poseer una función mágica o propicia o ser
usados en rituales religiosos.
Célebres teúrgos de la antigüedad fueron
Hermes Trismegisto, Juliano el Teúrgo y los
filósofos Yámblico y Proclo; y en el Medioevo el
mentado Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim.
En la Época Medieval tal práctica fue demonizada
y considerada maléfica e inaceptable, ya que la llegada
del cristianismo implicaba el eclipse de todos los “daimones”
paganos, que en ese tiempo fueron considerados máscaras de
los ángeles caídos junto a Lucifer. La
práctica de la teúrgia pasó a llamarse “ars
goetia”, locución derivada de una palabra griega que
significa “brujería”, “magia negra”, con lo que obviamente
se contrapone a la liturgia sacramental católica,
considerada como la nueva y la verdadera teúrgia, que es
la obra salvífica y santificada de Dios a través de
sus clérigos.
La práctica ha sido retomada en tiempos recientes por
algunos practicantes y movimientos esotéricos, pudiendo
recordar el caso especial de Aleister Crowley.
Goecia
Ars Goetia (en latín, probablemente, El arte de la
Brujería), a menudo llamado simplemente Goecia, es la
primera sección del grimorio del siglo XVII Lemegeton
Clavicula Salomonis, o La Llave Menor de Salomón. Mucho
del texto apareció más temprano, con algún
material que data del siglo XIV o incluso aun más
temprano.
El Ars Goetia contiene las descripciones de los setenta y dos
demonios que se dice que el Rey Salomón dijo haber evocado
y confinado en un recipiente de bronce sellado por
símbolos mágicos, y que él obligó a
trabajar para él. Hecho muy similar a lo que se dice que
Sulaymán (Salomón) realizo en contra de los Ifrit
(genio) rebeldes, según la tradición árabe y
en el libro de Las mil y una noches.
El Ars Goetia da las instrucciones para construir un
recipiente semejante de bronce, y a utilizar las fórmulas
mágicas apropiadas para llamar seguramente a esos
demonios. La operación dada es compleja, e incluye mucho
detalle. Se cree que el rugiente título se refiere a los
conjuros hechos por el mago. El Ars Goetia difiere de otros
textos goéticos en que las entidades convocadas
deberán ser forzadas a obedecer, antes de pedir por
favores.
El Ars Goetia asigna un grado y un título de nobleza a
cada miembro de la jerarquía infernal, y da a los demonios
firmas a las que ellos tienen que pagar lealtad, o los sellos.
Las listas de entidades en el corresponder de Ars Goetia (a alto
pero variando el grado, a menudo según edición) con
ésos en el Steganographia de Trithemius, hacia el
año 1500, y el Pseudomonarchia Daemonum de Johann Weyer
que un apéndice que aparece en ediciones posteriores de su
De Praestigiis Daemonum, de 1563.
La primera sección, llamada ars goetia contiene las descripciones de los setenta y dos demonios que Salomón dice haber invocado y encerrado en una vasija
Wicca
La Wicca es una religión pagana, popularizada por el
británico Gerald B. Gardner como un ‘renacimiento’ de la
antigua religión de la brujería, siendo iniciado el
autor por un Coven que había encontrado en la zona de New
Forest. La práctica de brujería, según la
forma propuesta por Gardner, ha evolucionado y ha sido adaptada
dando paso a la creación de las numerosas tradiciones
wiccanas existentes hoy día.
Las creencias difieren mucho entre practicantes individuales y
entre las distintas tradiciones, ya que no existe una
organización centralizada que establezca la
“ortodoxia”. El nexo compartido está en los
conceptos religiosos y éticos básicos, así
como la forma estructural básica para los rituales o
celebraciones festivas. Estos son elementos clave de las
enseñanzas tradicionales y de las obras publicadas, que
suelen dar un esbozo de estas materias generales.
En las formas tradicionales de Wicca se utiliza el texto
religioso denominado Libro de Sombras, mantenido en secreto
excepto para los iniciados y pertenecientes a dicha
tradición. Similar a un grimorio, es un compendio de los
conocimientos y rituales concernientes a la tradición
concreta, aunque gran parte de las enseñanzas siguen
siendo orales. Se han propuesto en estas décadas diversos
Libros de Sombras públicos, como por ejemplo el editado
por “Lady Sheba”(apodo de la autora Jessie Wicker Bell ) en 1970.
Algunos textos publicados han tenido gran acogida, como la Rede
Wicca o El Encargo de la Diosa, siendo adoptados por los
practicantes no iniciados. Como contraste, en las formas
eclécticas se utiliza el Libro de Sombras de una forma
dinámica, como “diario”, recopilación
de información a medida que se aprende, experiencias,
reflexiones, etcétera.