El cuervo y la culebra
Andaba un cuervo escaso de comida y vio en el prado a una culebra dormida al sol; cayó veloz sobre ella y la raptó. Mas la culebra, despertando de su sueño, se volvió y lo mordió. El cuervo viéndose morir dijo:
¡Desdichado de mí, que encontré un tesoro pero a costa de mi vida!
Moraleja: muchas veces queremos poseer bienes o cierto tipo de premios, pero siempre es aconsejable valorar si el costo por obtenerlos en verdad vale la pena, si acaso por buscar algo no perdemos más.